Friday, October 27, 2006

LOS PAISAJES SUBURBANOS


LA AMBIGÜEDAD DEL SUBURBIO
El suburbio, mas allá de debilitar el centro fundacional de una ciudad, restandole dinamismo, invierte su condición de gravitante a periférico, y esto esta sucediendo, con mayor o menor intensidad, en casi todas las ciudades de Chile.
Las construcciones arquitectónicas que constituyen los recipientes de lo urbano, se están convirtiendo en masas relativas, que van siendo carcomidas por la cualidad porosa extensiva de lo suburbano, imponiendo su orden ambiguo, casi como una enfermedad epidémica.
Esto ocurre, porque, para los segmentos poblacionales de radicación emergente, pierde vigencia la ciudad tradicional, pues ya no viven en ella, no la necesitan, y todo lo obtienen fuera de ella. Servicios, comercio, trabajo, residencia en la periferia alimentan su robustez en detrimento de la ciudad madre que deposita en el crecimiento poblacional de sus áreas nuevas un germen de su propia muerte. Genera un habitat adyacente que termina apoderándose de su vitalidad. La desmantela. En cierta forma es lo que le esta pasado a Concepción, o lo que le puede suceder a otras ciudades, como le ocurrió a santiago, hace ya muchas décadas.
La ambigüedad del subsurbio que disgrega la ciudad, se introduce también en su corazón, a partir de los trayectos y los traslados que relacionan sus partes fragmentadas, trayendo una nueva resolución de ciudad que alimenta mas conjeturas que aclaraciones. La ambigüedad es doble, tanto para lo urbano como lo suburbano.

El DESBORDAMIENTO
El desdibujamiento de la ciudad contenida, que es desbordada por crecimientos, sin parar, tiene su impacto mas fuerte en sus extramuros. Esta perdida de su lineamiento esta mas instalado en la periferia de lo urbano, que se esta construyendo, pero indirectamente afecta mas al casco fundacional.
Ciertamente estamos cruzados por esta hibrides de lo que esta afuera y lo que esta dentro, que ha diluido los limites de lo que es la ciudad propiamente tal.
Con la irrupción de la cultura de subsurbio que se introduce en el tejido urbano central, al cruzarlo con la velocidad de los traslados que se mueven de periferia a periferia, se destruye uno de conceptos que la componen que es la concentración y la continuidad de la forma urbana, que era primitivamente muy consolidada en el espacio territorial.
Junto con la movilidad que es importante para su funcionamiento, aparece la disolución del limite, tornándose la medida de lo inconmensurable, el parámetro para designar la desaparición de la forma urbana, propiamente la ciudad contenida.
Con ello se pierde esa nitidez que esta dentro y que esta fuera. Las gravitaciones pueden ser excéntricas, en constante movimiento, en que lo que es interior se percibe como exterior. No hay pistas donde encuentro el corazón de lo citadino, el espesor de un centro reconocido que me detenga, que me diga que estoy en el punto de convergencia del encuentro urbano. Eso ha desaparecido. Aunque puedan reconocerse masas de mayor intensidad de sucesos, eso al final no me dice nada, porque la intensidad, también esta dispersa y diluida.

LA AUTOREFERENCIA
Ese desdibujamiento afecta profundamente, también, las relaciones de la arquitectura como objeto que se adecua a un contexto inmediato. Empiezan a hacerse ambiguas la respuesta de ella a lo que constituye su entorno. Las configuraciones entran en un juego de construirse a partir de leyes de diseño que no son claras. Ambigüedad que puede tensionarse en diferentes caminos como opciones arbitrarias que no responden a un conjunto coherente. Estas opciones ambigüas presionan a que no haya pertenencia a un lugar, de estar contenida en un paisaje homogéneo, a la cual la arquitectura debe ceñirse a las reglas claras de configuración que las dicta el entorno inmediato.
Esa falta de homogeneidad, que tampoco es fruto de la diversidad que vas tras una identidad reconocida, provoca el surgimiento del elemento arbitrario, casi autoreferente. Como los edificios no tienen un referente de integración a un paisaje común, no lo consideran, mas bien lo ignoran. Se genera una colección de arquitectura sin contextualidad, edificios sin relaciones de configuración entre si.

LA DISCONTINUIDAD
Al producirse una lenta destrucción del tejido urbano aparece la porosidad en la continuidad del paisaje que se libera del apegamiento unitario de lo construido, y por otro lado la disolución formal, se lee como un ente sin limites claros, como una mancha que se extiende sin parar, hasta que el suelo se agote.
Todo se juega mas en los paréntesis, por efecto de las omisiones y de los suspensos, que las frases mismas. En otras palabras se la juega entre lo residual y lo intervenido. Entre el statu quo y el suspenso.
Lo residual de la ciudad central se produce por el deterioro de lo que se ha dejado de hacer, por la falta de la renovación urbana y por la introducción de una espacialidad renovadora que la perfora y que adopta las características del suburbio : disgregada, anti urbana, automovilística, distanciadora del peatón, desmanteladora, segregacionista, sin fronteras.
Considerada el espacio residual en lo suburbano como la no-tesis -no dice nada- queda en suspensión toda la predica acerca de lo unitario de la ciudad apretada. Pierde sentido la proximidad y las distancias a pie. Los largos trayectos pasan a dominar la escena, y la velocidad nos distorsiona las distancias y los conceptos de accesibilidad y vecindad dentro de la ciudad.

LA CIUDAD DILUIDA
Lo citadino se desperfila cuando aparece el no limite, pues se desvanecen sus fronteras, y desaparecen las puertas y los accesos a la ciudad constituida.
Pareciera que las ciudades hoy no tuvieran inicio ni termino. Como si se derramaran sin forma por todo el territorio, sin diferenciación entre el paisaje natural y el urbano. La ciudad se ve como un territorio.
Si en la arquitectura de suburbios no hay relación clara con el contexto en que se quiera dar respuesta a un parámetro de totalidad con relaciones de composición de sus elementos. El contexto no es definible, por su ambigüedad y por tanto, no es accesible como referencia. Se hace cualquier cosa que la norma permita.
Mas bien esta la no referencia, por lo tanto se construye a partir de sus propios leyes, porque no existe lo contingente al contexto.
Tampoco esta arquitectura da respuesta a lo natural que esta en mutación, o mas bien esta a medio camino. A la vera del camino. Sucede literalmente a medio camino entre al ciudad y el campo, ni lo uno ni lo otro.
El juego campo ciudad se entrecruza dificultando definir cual es cual. Lo urbano se introduce en lo natural sin hacer diferencia, constando lo difícil de su implante. Ambos se traspasan mutuamente sus tics y manías.

MASAS RELATIVAS
Por otro lado en lo suburbano se reproducen series infinitas de masas repetitivas o se localizan colecciones de unidades sin relación unas con otras. No se lee un universo de jerarquización espacial, es solo funcional.
Si el subsurbio con su iconografía de carretera se introduce en lo plenamente urbano, permeando su orden concentrado con los ejes de trayectos e infiltrando el orden de masas continuas y bien delineadas con la dispersión, la vaciedad residual y la escala del transporte, el único resultado que la ordena, es la agregación.
La contextualidad de la arquitectura entra en crisis, pues la debilidad de los supuestos se hace patente. Cuesta definir sus condicionantes.
Por lo tanto, es esta situación en que esta todo a medio camino, lo que impide construir sobre parámetros, pues los lineamientos para proyectar están muy diluidos, prácticamente muy difíciles de encontrar, y obliga a una propia delimitación de las condicionantes. Es la autorreferencia, la única salida.
Es tal vez la debilidad de tal supuesto lo que confunde el planteamiento suburbano. Cuando se proyecta un edificio en un contexto suburbano es difícil sustraerse a la ambigüedad que ejerce. Todo esta en el aire o basados en supuestos de algo que quiere ser urbano, que finalmente puede que lo sea, o no .
Si esto esta referido a una ciudad nuclear con un centro, de tamaño intermedio o mínimo, muy compacta poco extendida, es posible que pueda haber diferencia, porque ha sido inmune a esa indefinición, pero si no es así, estamos atrapados en lo inevitable del orden suburbano.

Gino Schiappacasse, Arquitecto

1 Comments:

Blogger Sofia Silva said...

Me interesa mucho tu texto y esta muy relacionado con mi obra. Si pudieras mandarme un email, me gustaria mandare algunas imagenes.
Saludos, Sofia.

9:27 AM  

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